Un músico, probablemente de los que trabajan en los buses de Transantiago, comienza a tocar su flauta...
Y de pronto recuerdo que de seguro conocí a Victor Jara ya viejo, en los primeros años de la U... otra más de mis "ignorancias de fábrica".
Por cierto, no soy conocedor de toda su obra, pero hay temas que me parecen soberbios, que hacen sentido a cualquiera. Seguramente Víctor Jara tenía esos links al arte infinito, del cual salen notas y acordes que resuenan en todos nosotros.
Hace varios años pasé, por casualidad también, a la despedida de Andrés Pérez. Recuerdo una energía parecida a la que percibo ahora.
Víctor Jara, el artista, fue encarcelado y ajusticiado por el odio de unos pocos hombres.
Hoy, otros hombres y mujeres, miles de nosotros, lo despedimos, rodeado de flores, de recuerdos, de disculpas por no haber hecho más, pero sobre todo, rodeado de amor.
Víctor, tal como cantaste, y como pocos merecen, te ganaste el derecho a vivir y morir en paz.
Gracias por tu arte!