Hello, mi amigo David A. me mandó el DNA de mi blog.
Vean acá: DNA e-ignacio blogspot
Saqué también el de mi sitio raíz: DNA e-ignacio.cl
Saludos terrícolas!!!!
:-)
Friday, August 11, 2006
Thursday, August 10, 2006
Feliz Cumpleaños Institutanos!!
Hola a todos, y un especial saludo a mis amigos y compañeros institutanos.
Feliz cumpleaños!!
(los del 4ºI ya saben: 19 de agosto, Lampa, asado anual oficial, junten sed!)
Feliz cumpleaños!!
(los del 4ºI ya saben: 19 de agosto, Lampa, asado anual oficial, junten sed!)
Wednesday, August 09, 2006
Mashup!!
Hello a todos,
Otra de las movidas generada por los Google Labs es el fenómeno de los mashups, que consiste en crear mapas temáticos, alimentados por los propios usuarios.
Un buen punto de partida, para entender un poco más o ver algunos ya creados, es Googlemapsmania
Saludos!
Otra de las movidas generada por los Google Labs es el fenómeno de los mashups, que consiste en crear mapas temáticos, alimentados por los propios usuarios.
Un buen punto de partida, para entender un poco más o ver algunos ya creados, es Googlemapsmania
Saludos!
Tuesday, August 08, 2006
Documental de Spike Lee
Parece muy interesante el documental de Spike Lee sobre New Orleans y Katrina. Les dejo la referencia para los interesados: When the leeves broke: a requiem in four acts (Cuando los diques se rompieron: un requiem en cuatro actos).
SUERTE!!
SUERTE!!
Monday, August 07, 2006
Sobre el incendio en la Facultad de Ciencias
Estimados, en lo personal, sigo compartiendo la tristeza del incendio en la Facultad de Ciencias de la U. de Chile, y me permito dejarles esta nota de El Mercurio:
"Llegué como a las 3:10 horas. Vi cómo mi laboratorio se volatizaba ante mis ojos".
Son las palabras de Jorge Mpodozis, quien -junto a Juan Carlos Letelier- dirige el Laboratorio de Neurobiología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, inmueble del sector de Nuñoa que en la madrugada del sábado quedó completamente quemado.
Era una barraca de madera pintada de blanco, pero que atesoraba 40 años de labor científica y trabajos actuales de 15 estudiantes de posgrado.
Fue un histórico recinto de la neurobiología chilena. Era el laboratorio de Humberto Maturana y Francisco Varela (padre de la actriz), científicos que llevaron sus revolucionarios pensamientos sobre los seres vivos y el funcionamiento del cerebro a un pedestal internacional.
Dolor espiritual
Solano Henríquez, ayudante técnico del laboratorio desde 1980, cuenta: "sólo quedó la estructura metálica del recinto, cuyos fierros incluso estaban muy torcidos. Había muchos solventes orgánicos muy inflamables que ayudaron a que fuera una catástrofe mayúscula en poco tiempo", informó.
"A medida que pasa el rato, uno piensa más lo que perdió. Me siento lisiado. Mi vida se transformó completamente, perdí parte de mi cuerpo, de mis habilidades, de mis posibilidades de hacer cosas. Es una sensación espiritual: el compromiso de uno con los demás y la vida se van", dijo el domingo Jorge Mpodozis.
Los investigadores de ese laboratorio fueron el sábado a la casa de Humberto Maturana a buscar consuelo. Estaba muy afectado. Y dijo: "lo principal está en el corazón y la mente, eso no se quemó".
"Tiene razón", expresó Mpodozis luego de una pausa, y con sus cuerdas vocales apretadas.
"Vamos a restituir ese ambiente. Sentimos la responsabilidad de mantener ese espacio de reflexión, de libertad creativa, de entendimiento que nos enseñaron Maturana y Varela".
"Anoche estuvieron todos los alumnos en mi casa. Llorábamos y nos alentábamos unos a otros. Con actitud positiva y generosa, me decían que harían todo de nuevo", agregó.
El equipo, al cual también pertenece Gonzalo Marín, montará un laboratorio de emergencia en el edificio nuevo de Biología. Allí organizarán su presente y futuro.
La estructura del laboratorio era frágil. Por lo mismo, los neurobiólogos tenían estrictos protocolos de cuidados para los últimos que lo abandonaran.
La información de los PC estaba respaldada en discos, pero en el mismo laboratorio. No estaban preparados para un siniestro de este tipo. Sólo los papers publicados en formato electrónico fueron salvados.
Solano Henríquez lamenta la colección de libros y artículos de Humberto Maturana, incluyendo galvanos y otras distinciones. También siente el legado de obras que dejó en sus manos Francisco Varela, incluyendo el primer computador que trajo Chile, un Northstar".
Las mermas materiales no son las que más duelen a los investigadores. Perdieron sus clases que mantenían en los PC, pero sobre todo las colecciones anatómicas e histológicas de cerebros de pájaros y mamíferos.
Eso es irrecuperable. También se incineraron 20 muestras de cerebro de ardillas, preparados en EE.UU. por Felipe Fredes. "Con este trabajo íbamos a completar una pieza clave del estudio comparado del sistema visual de aves y mamíferos", explica Mpodozis.
Una fracción importante de los equipos debe estar asegurada, porque fueron comprados en comodato con los proyectos de Fondecyt. La cantidad de equipos electrofisiológicos es enorme. "El sábado traté de hacer una lista en la que contabilicé 60 equipos e instrumentos. Sólo el microscopio de luz transmitida con cámaras de fluorescencia cuesta unos 25 millones de pesos", declaró.
Solano Henríquez precisó parte de la lista: 15 computadores, microscopios de última generación, data shows, cámaras de videos, micrótomos (para hacer cortes anatómicos), lupas, estimuladores (proporciona pulsos eléctricos en el cerebro) y cuchillos de histología.
Añoranzas
Muy afectado también estaba Pedro Maldonado, estudiante de magíster en la década de los 80, cuando Maturana y Varela escribieron el libro "Árbol del conocimiento".
Investigaba ¿cómo miran las aves? A diferencia del humano, tienen una retina con dos áreas de alta densidad de receptores, de agudeza visual. Por eso miran de lado y de frente. "Hallamos que en el primer caso lo hacían para ver las cosas que se mueven, y en el segundo, para explorar alimentos", cuenta.
"Fue una época muy valiosa. Aprendí conceptos fundamentales que recién se están reconociendo y que marcaron mi visión sobre el cerebro. Había más de 15 compañeros, todos hoy haciendo una gran carrera en Francia, EE.UU. y Chile. Fue un semillero grandioso para la ciencia del mundo", dijo.
Recinto contiguo
El laboratorio de química analítica y orgánica, que dirigen los profesores Sylvia Copaja y Héctor Bravo, también fue completamente devorado por el incendio. Allí investigaban problemas ambientales y compuestos de las plantas con propiedades biológicas relevantes. Se perdieron equipos de alto costo, como cromatógrafos de gases y de líquidos. Según estimaciones gruesas, suman unos 216 millones de pesos. Fue lo más duro, junto a sus investigaciones guardadas en PC. Hay que esperar el inventario que estará listo en los próximos días.
"Llegué como a las 3:10 horas. Vi cómo mi laboratorio se volatizaba ante mis ojos".
Son las palabras de Jorge Mpodozis, quien -junto a Juan Carlos Letelier- dirige el Laboratorio de Neurobiología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, inmueble del sector de Nuñoa que en la madrugada del sábado quedó completamente quemado.
Era una barraca de madera pintada de blanco, pero que atesoraba 40 años de labor científica y trabajos actuales de 15 estudiantes de posgrado.
Fue un histórico recinto de la neurobiología chilena. Era el laboratorio de Humberto Maturana y Francisco Varela (padre de la actriz), científicos que llevaron sus revolucionarios pensamientos sobre los seres vivos y el funcionamiento del cerebro a un pedestal internacional.
Dolor espiritual
Solano Henríquez, ayudante técnico del laboratorio desde 1980, cuenta: "sólo quedó la estructura metálica del recinto, cuyos fierros incluso estaban muy torcidos. Había muchos solventes orgánicos muy inflamables que ayudaron a que fuera una catástrofe mayúscula en poco tiempo", informó.
"A medida que pasa el rato, uno piensa más lo que perdió. Me siento lisiado. Mi vida se transformó completamente, perdí parte de mi cuerpo, de mis habilidades, de mis posibilidades de hacer cosas. Es una sensación espiritual: el compromiso de uno con los demás y la vida se van", dijo el domingo Jorge Mpodozis.
Los investigadores de ese laboratorio fueron el sábado a la casa de Humberto Maturana a buscar consuelo. Estaba muy afectado. Y dijo: "lo principal está en el corazón y la mente, eso no se quemó".
"Tiene razón", expresó Mpodozis luego de una pausa, y con sus cuerdas vocales apretadas.
"Vamos a restituir ese ambiente. Sentimos la responsabilidad de mantener ese espacio de reflexión, de libertad creativa, de entendimiento que nos enseñaron Maturana y Varela".
"Anoche estuvieron todos los alumnos en mi casa. Llorábamos y nos alentábamos unos a otros. Con actitud positiva y generosa, me decían que harían todo de nuevo", agregó.
El equipo, al cual también pertenece Gonzalo Marín, montará un laboratorio de emergencia en el edificio nuevo de Biología. Allí organizarán su presente y futuro.
La estructura del laboratorio era frágil. Por lo mismo, los neurobiólogos tenían estrictos protocolos de cuidados para los últimos que lo abandonaran.
La información de los PC estaba respaldada en discos, pero en el mismo laboratorio. No estaban preparados para un siniestro de este tipo. Sólo los papers publicados en formato electrónico fueron salvados.
Solano Henríquez lamenta la colección de libros y artículos de Humberto Maturana, incluyendo galvanos y otras distinciones. También siente el legado de obras que dejó en sus manos Francisco Varela, incluyendo el primer computador que trajo Chile, un Northstar".
Las mermas materiales no son las que más duelen a los investigadores. Perdieron sus clases que mantenían en los PC, pero sobre todo las colecciones anatómicas e histológicas de cerebros de pájaros y mamíferos.
Eso es irrecuperable. También se incineraron 20 muestras de cerebro de ardillas, preparados en EE.UU. por Felipe Fredes. "Con este trabajo íbamos a completar una pieza clave del estudio comparado del sistema visual de aves y mamíferos", explica Mpodozis.
Una fracción importante de los equipos debe estar asegurada, porque fueron comprados en comodato con los proyectos de Fondecyt. La cantidad de equipos electrofisiológicos es enorme. "El sábado traté de hacer una lista en la que contabilicé 60 equipos e instrumentos. Sólo el microscopio de luz transmitida con cámaras de fluorescencia cuesta unos 25 millones de pesos", declaró.
Solano Henríquez precisó parte de la lista: 15 computadores, microscopios de última generación, data shows, cámaras de videos, micrótomos (para hacer cortes anatómicos), lupas, estimuladores (proporciona pulsos eléctricos en el cerebro) y cuchillos de histología.
Añoranzas
Muy afectado también estaba Pedro Maldonado, estudiante de magíster en la década de los 80, cuando Maturana y Varela escribieron el libro "Árbol del conocimiento".
Investigaba ¿cómo miran las aves? A diferencia del humano, tienen una retina con dos áreas de alta densidad de receptores, de agudeza visual. Por eso miran de lado y de frente. "Hallamos que en el primer caso lo hacían para ver las cosas que se mueven, y en el segundo, para explorar alimentos", cuenta.
"Fue una época muy valiosa. Aprendí conceptos fundamentales que recién se están reconociendo y que marcaron mi visión sobre el cerebro. Había más de 15 compañeros, todos hoy haciendo una gran carrera en Francia, EE.UU. y Chile. Fue un semillero grandioso para la ciencia del mundo", dijo.
Recinto contiguo
El laboratorio de química analítica y orgánica, que dirigen los profesores Sylvia Copaja y Héctor Bravo, también fue completamente devorado por el incendio. Allí investigaban problemas ambientales y compuestos de las plantas con propiedades biológicas relevantes. Se perdieron equipos de alto costo, como cromatógrafos de gases y de líquidos. Según estimaciones gruesas, suman unos 216 millones de pesos. Fue lo más duro, junto a sus investigaciones guardadas en PC. Hay que esperar el inventario que estará listo en los próximos días.
Sunday, August 06, 2006
Laboratorio de Neurociencias
Hoy me he enterado que el incendio en la Facultad de Ciencias de la U. de Chile afectó al Laboratorio de Neurociencias.
Conocí este lugar hace unos 8 años, cuando hice el diploma en Biología del Conocimiento, y es de las pocas veces que sentí estar cerca de un grupo de investigadores de nivel mundial.
Mis saludos y mejores deseos de recuperación del trabajo perdido a los maestros Humberto Maturana, Jorge Mpodozis y Juan Carlos Letelier.
Conocí este lugar hace unos 8 años, cuando hice el diploma en Biología del Conocimiento, y es de las pocas veces que sentí estar cerca de un grupo de investigadores de nivel mundial.
Mis saludos y mejores deseos de recuperación del trabajo perdido a los maestros Humberto Maturana, Jorge Mpodozis y Juan Carlos Letelier.
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